Armando Orificio

Manager de todo

Colecciona juegos de té importados, por los cuales paga fortunas, aunque muchos sospechan que provienen de los bazares más baratos de sus países de origen. Aparenta conocer mucho acerca de vinos, pero sus amigos más íntimos declaran que les ha confesado, entre copas, que para él todos los tintos tienen el mismo gusto. Intenta liderar absolutamente todos los grupos de trabajo de la empresa, fallando de manera miserable al cambiar el rumbo de los proyectos casi a diario. Contrató gente idónea para muchos puestos de relevancia, a fin de sacarse trabajo de encima, pero terminó monitoreando al detalle también el trabajo de esas personas y no dejándolas hacer lo suyo. Creó varias empresas fantasma para vadear restricciones cambiarias e impositivas, si bien a la fecha el costo de mantenerlas es mayor a legalizar las actividades de la empresa principal. Se mantiene firme en su postura de no dejarse cagar por el gobierno de turno, y está convencido de que la Argentina es casi lo mismo que Cuba.