Nota 9

Qué vergazo que es esto de que el tiempo de un día no alcance para hacer todo lo que quiero hacer, o que no lo haga alcanzar porque me detengo en otras cosas que sirven a manera de excusas, de demoras temporales. A esta altura da igual. El tiempo se puede hacer, el tema es si realmente quiero o puedo, más allá de que también quiera o pueda otras cosas que necesitan de ese tiempo.

A lo mejor vivo demasiado tranquilo y con pocas preocupaciones importantes como para realmente sentir esa necesidad acuciante de hacer esas cosas. O a lo mejor me estoy durmiendo en los laureles de la especulación por todo lo que hice y sé que soy capaz de hacer. Lo cierto es que la capacidad no sirve de nada, y que lo que importa son los hechos, como estar escribiendo esto aunque simultáneamente me muera por hacerlo y le tenga pánico a la hoja en blanco, al bloqueo, a esa sensación de creerme poco original o comunicativo. Miedo a que no los demás vean lo que hago por la posible burla o falta de entendimiento.

Hay una pregunta que todos deberíamos hacernos: ¿qué es lo que quiero? Me gustaría ser capaz de atreverme a preguntarle eso a cada persona con la que hablo. Sé muy bien que lo que yo quiero para mí es entendimiento. Mi psicóloga parece incapaz de comprender esto, o de creerme en el mejor de los casos. El entendimiento con personas individuales me interesa, pero no es mi meta principal. Me encantaría que pudiera haber completo entendimiento con mi pareja, mi familia, mis amigos, que mis viejos pudieran estar vivos para lograr también un entendimiento con ellos; que algo así pueda darse sería algo muy importante para mí, pero no es mi fin último. No, yo quiero el entendimiento con todas las personas, a manera de grupo. No sé con qué tiene que ver, pero no es una falta de amor en la infancia, ni rencor porque alguien me haya herido o abandonado. La psicología insiste en buscar causas en relaciones sentimentales del pasado, como si el identificarlas pudiera solucionar algo que ellos ven como un problema, sin saber a ciencia cierta si lo es. No todo lo que a uno lo deja disconforme o le trae dolores de cabeza o angustia es un problema. Al menos esto es una motivación, pero se puede convertir en problema cuando se pierden los objetivos, cuando no hay plan, cuando no se sabe cómo manejarlo. Creo que gran parte del trabajo necesario consiste en tener presente el por qué de que uno haga lo que está haciendo.