Nota 10
Aparentemente, la imagen que proyecto hacia los demás no es igual a la que tengo de mí mismo. Los que me rodean me suelen ver como un tipo centrado, que se toma las cosas con calma para tratar de llegar a las mejores soluciones posibles, y que generalmente está seguro de lo que dice o hace. Por dentro me siento siempre descontento, inseguro de mí mismo y disconforme con todo lo que hago. Tengo un montón de actitudes autodestructivas que trato de controlar de forma desesperada para reducir mi autoboicot todo lo que pueda. Reconozco que es inútil entristecerse o deprimirse por ciertas cosas, e incluso aunque no me siento deprimido tan seguido, no puedo evitar ni la tristeza ni la apatía. Tengo un estado de ansiedad constante, como un hambre de estar siempre un paso adelante de donde estoy, y por eso nada de lo que hago me contenta, siempre quiero lo que viene después de esto. Me pongo a conciencia en situaciones angustiantes, y cuando algo me resulta bien no lo disfruto, porque tiendo a pensar que no me lo merezco.
Sin embargo hay cosas que me hacen sentir menos roto. Sigo amando, escuchando, reflexionando y haciendo. Quizás todos nos sintamos un poco como yo sé que me siento, pero puede que no todos se den cuenta, o que no lo quieran asumir. Es posible que todos nos creamos un poco un fraude, y que hagamos todo lo posible por esconderlo, para que los demás no vean nuestro verdadero yo, sino algo más parecido a lo que aspiramos a ser.