Mariana Imbécil
Telefonista petera
Asegura luchar por los derechos como trabajadores de sus compañeros, aunque jamás descuida sus propios intereses. No sabe usar el dispenser de agua, y tiene miedo de subir y bajar escaleras sola. Dice tener mucho orgullo de su trabajo, pero siempre se va quince minutos antes de las cinco. Con frecuencia, sus compañeros le piden que vaya a comprarles algo al chino, y ponen una muñeca de trapo en su silla para que los jefes no noten su ausencia. Siempre falta los martes y jueves, lo cual hace pensar a todos que tiene un segundo trabajo, pero se les hace difícil desmentir el cuello ortopédico que tiene que usar para la rehabilitación de un accidente que ocurrió hace más de seis meses.